Sin el conocimiento
de su diferencia, los hombres y las mujeres se enfrentan unos a otros.
En
general nos sentimos frustrados o enojados con el sexo opuesto porque hemos
olvidado esa verdad importante. Esperamos que el sexo opuesto sea más como
nosotros. Deseamos que “quieran lo que queremos” y “sientan lo que sentimos”.
Suponemos erróneamente que si nuestros compañeros nos aman reaccionarán y se
comportaran de cierta forma, la forma en que nosotros reaccionamos y nos
comportamos cuando amamos a alguien. Esa actitud nos dispone a sentirnos
decepcionados una y otra vez y nos impide tomar el tiempo necesario para
comunicar en forma afectuosa cuales son nuestras diferencias.
Los hombres
esperan erróneamente que las mujeres piensen, se comuniquen y reaccionen en la
forma en que lo hacen los hombres, las mujeres esperan erróneamente que los
hombres sientan, se comuniquen y respondan en la forma en que lo hacen las
mujeres. Hemos olvidado que se supone que hombres y mujeres son diferentes.
Como resultado de ello, nuestras relaciones se llenan da fricciones y
conflictos innecesarios.
El hecho de reconocer y respetar con claridad dichas
diferencias reduce drásticamente la confusión cuando uno trata con el sexo
opuesto.
Todo puede explicarse cuando uno recuerda que los hombres son de Marte
y las mujeres son de Venus.
El señor
“arréglalo-todo”
La queja más frecuentemente expresada por las mujeres acerca
de los hombres es que estos no escuchan.O bien que el hombre la ignora completamente cuando ella le
habla o bien escucha unos segundos, evalúa lo que la esta molestando y luego
adopta orgullosamente el papel del “arréglalo-todo” y le ofrece una solución
para que ella se sienta mejor.
Se siente confundido cuando ella no aprecia este gesto de
amor.
No importa las veces que ella le diga que no esta
escuchando; el no lo entiende y sigue haciendo lo mismo.
Ella quiere empatía, pero él piensa que quiere soluciones.
La vida en Venus
Las venusinas tienen valores diferentes. Valoran el amor, la
comunicación, la belleza y las relaciones. Dedican mucho tiempo a respaldarse,
ayudarse y estimularse mutuamente.
El sentido de la
personalidad de una mujer se define a través de sus sentimientos y de la
calidad de sus relaciones. Experimentan la realización a través de la
participación y las relaciones. En Venus todo refleja esos valores. En lugar de
construir autopistas y grandes edificios, las venusinas se preocupan mas por
vivir juntas en armonía, comunidad y cooperación afectuosa. Las la armonía de las relaciones es más importantes que el fruto del trabajo y la tecnología, es decir que para que un equipo funcione precisa esta armonía en el relacionamiento venusino.
En la mayoría de los casos, su
mundo es opuesto a Marte. No llevan uniformes como los marcianos (para exhibir
su competencia). Por el contrario, gozan poniéndose ropa distinta todos los
días, según la manera de sentirse. La expresión personal, en especial de sus
sentimientos, resulta muy importante. Pueden incluso cambiarse de ropa varias veces
por día a medida que lo hace su humor. La comunicación tiene una importancia
fundamental. Compartir sus sentimientos personales es mucho más importantes que
alcanzar objetivos y éxito. Hablar y relacionarse entre si es una fuente de
enorme realización. Esto no puede ser fácilmente comprendido por un hombre.
Puede acercarse a la comprensión de la experiencia de compartir y relacionarse
comparándola con la satisfacción que siente cuando gana una carrera, alcanza un
objetivo o resuelve un problema. Las mujeres, en lugar de orientarse hacia
determinados objetivos, se orientan hacia las relaciones, se muestran mas
preocupadas por expresar su bondad, su amor y su cuidado.
Dos marcianos van a
almorzar para analizar un proyecto o la posibilidad de alcanzar un objetivo;
tienen un problema que resolver. Además, los marcianos consideran el hecho de
ir a un restaurante como una eficiente manera de resolver el tema de la
alimentación sin compras, sin cocinar y sin lavar los platos. Para las
venusinas, el hecho de ir a comer con una amiga constituye una oportunidad para
alimentar una relación a fin de brindar y recibir apoyo. La conversación de las
mujeres en un restaurante puede ser muy abierta e intima, casi como el dialogo
que se produce entre el terapeuta y un paciente. En Venus todos estudian
psicología y poseen por lo menos un doctorado en asesoramiento. Todos están muy
involucrados con el crecimiento personal, la espiritualidad y todo lo que pueda
estimular la vida, la salud y el crecimiento. Venus esta cubierta de parques,
jardines orgánicos, centros comerciales y restaurantes. Las venusinas son
intuitivas. Desarrollaron esta capacidad a través de siglos de anticipar las
necesidades de los demás. Se enorgullecen de mostrarse consideradas con las
necesidades y sentimientos de otros. Un signo de gran amor es ofrecer ayuda y
asistencia a otra venusina sin que se lo pidan. Como probar su competencia no
es algo importante para una venusina, ofrecer ayuda no es tan ofensivo y
necesitarla no constituye un signo de debilidad. Un hombre, sin embargo, puede sentirse ofendido porque cuando una mujer ofrece un consejo él siente que
ella no confía en su capacidad para lograrlo por sí mismo. Una mujer no tiene
idea de esta sensibilidad masculina, porque para ella el hecho de que alguien
le ofrezca ayuda constituye solo un hecho mas en su vida. La hace sentir amada
y estimada. Pero ofrecer ayuda a un hombre puede hacerlo sentir incompetente,
débil e incluso no amado.
En Venus, dar consejos y sugerencias es un signo de
solicitud. Las venusinas creen firmemente que cuando algo funciona siempre
puede funcionar mejor. Su naturaleza es querer mejorar las cosas. Cuando se
preocupan por alguien, señalan libremente que cosas pueden mejorarse y como
hacerlo. Ofrecer consejos y expresar una critica constructiva constituye un
acto de amor.
Marte es muy diferente. Los marcianos se orientan mas hacia las
soluciones. Si algo funciona, su lema es “no lo cambies”. En este caso, su
instinto lo impulsa a dejar todo tal como esta. “No lo arregles a menos que
este descompuesto” representa una expresión común. Cuando una mujer trata de
mejorar a un hombre, este siente que están tratando de “arreglarlo”. Recibe el
mensaje de que esta roto. Ella no se da cuenta de que sus solícitos intentos de
ayudarlo pueden llegar a humillarlo. Ella piensa en forma errónea que
simplemente lo esta ayudando a crecer.
En efecto, muy poca gente es capaz de crecer en el amor. Sin
embargo, ocurre. Cuando los hombres y las mujeres son capaces de respetar y
aceptar sus diferencias, el amor tiene entonces la oportunidad de florecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario